Llega el verano y en muchos lugares la piscina se hace imprescindible. ¿Qué sucede si ésta tiene grietas, se estropea y no puede ser usada? La reparación de piscinas de hormigón por medio de resinas es una de las soluciones.
Resinas y rellenos en la reparación de piscinas de hormigón
Las grietas en el hormigón hacen que la piscina tenga pérdidas de agua bastante considerables. Su revestimiento consiste, básicamente, en la aplicación de resinas, así como diferentes tipos de rellenos para terminar de tapar dichos escapes.
La reparación de piscinas de hormigón depende mucho del tipo de fisuras para arreglar
Diferentes tipos de grietas
Las fisuras en las piscinas de hormigón son uno de los principales problemas que se suelen tratar. En este sentido, existen distintas clases de grietas clasificadas como:
Superficiales: no son muy profundas, por lo que no afectan al revestimiento. Su reparación consiste en la aplicación de relleno o resina que se refuerza con una pequeña malla de contención.
Estructurales: estas fisuras son un poco más graves, ya que sí están relacionadas con fallos en la estructura de la piscina. Es decir, por una incorrecta ejecución del proyecto de construcción. En este caso, para que la grieta no vaya a más causando problemas mayores se procede a reforzar la zona afectada para evitar que el hormigón se vea afectado.
Por lo general, y dependiendo de la localización de las fisuras estos trabajos requieren la limpieza y el vaciado del vaso de la piscina. De esta forma, se consigue un mejor acceso, así como un resultado más efectivo.
En definitiva, este tipo de trabajos requiere de una clase específica de rellenos y resinas que puedan asegurar el éxito de la reparación de piscinas de hormigón. Se trata de aplicar un refuerzo de calidad que evite que el problema vaya a mayores, evitando incluso averías mucho más problemáticas.